El Arzobispo de Hyderabad (India), Mons. Marampudi Joji, señaló que los homicidas extremistas hindúes que acabaron con la vida del sacerdote carmelita de María Inmaculada, P. Thomas Pandippally, lo mataron por tres motivos: "porque era religioso, porque era cristiano y porque era caritativo con los pobres".
En declaraciones a L'Osservatore Romano, el Prelado explicó que el P. Pandippally "ha sido asesinado porque los misioneros católicos están de parte de los pobres en esta región en donde todavía existe una férrea forma de servidumbre ligada al cultivo de la tierra. A los campesinos no se les reconoce ningún derecho de parte de los latifundistas que se sirven de la bandas de fanáticos hinduistas para acabar con cualquier mejora de las condiciones de vida de la población rural".
"En esta región el fanatismo de matriz hinduista usa la religión solo como un pretexto para realizar estos crímenes. Entre nosotros los católicos y los religiosos hindúes moderados no hay enfrentamiento cuando el diálogo tiene que ver con los valores del espíritu. Los enfrentamientos son creados por quienes usan pretextos pseudo-religiosos", explicó el Prelado.