Hace dos días los cardenales reunidos en Roma explicaron que el inicio del proceso de beatificación del Papa Juan Pablo II dependerá exclusivamente de su sucesor. En este contexto, el Secretario de la Congregación para la Causa de los Santos, Mons. Edward Nowak, consideró que el eventual proceso tardaría muy poco tiempo.
Mons. Nowak declaró al diario Corriere della Sera que se podría pensar en un plazo tan breve como seis meses para confirmar un milagro atribuido a la intercesión de Juan Pablo II. El hecho milagroso debe ocurrir después de su muerte.
El Arzobispo polaco recordó que el próximo Papa podría evitar el habitual período de espera de cinco años tras la muerte de una persona para iniciar su proceso de beatificación. El mismo Juan Pablo II recortó este plazo en el caso de la Madre Teresa de Calcuta.