El Arzobispo de Santo Domingo, Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, hizo un llamado a las potencias mundiales a que asuman su responsabilidad ante la grave crisis que afecta a la nación haitiana.
“La única solución al problema de Haití es que las grandes naciones que deben protegerlo lo hagan y que no nos conviertan a ambos en dos naciones dignas de compasión”, declaró el Arzobispo.
Tras indicar que “el problema de Haití es un problema super grave”, el Purpurado dominicano expresó la necesidad “no de dos campamentos en República Dominicana”, si no de inversiones millonarias en Haití para mejorar las condiciones de vida de sus habitantes puesto “que es toda esa nación a la que hay que hacerle caso”.