El Arzobispo de Tucumán, Mons. Luis Villalba, denunció que las crecientes diferencias sociales hacen que los más pobres no sólo vivan en las periferias de las ciudades, sino también “en la periferia de la dignidad”.
Durante la fiesta de Nuestra Señora de la Merced, el Prelado exhortó a los feligreses a cultivar el valor de la solidaridad, que es propia del cristianismo y que es “una exigencia de la fraternidad humana y cristiana”. “Si somos hijos de un mismo Padre y hermanos entre nosotros debemos ser necesariamente solidarios”, afirmó.
Asimismo, Mons. Villalba señaló que las diferencias sociales, económicas y culturales están creando “un proceso de división” y de “fragmentación de la estructura social”. Añadió que además de no poder gozar de “lo necesario para una vida digna”, los “nuevos pobres” deben enfrentar el dolor de quedar “fuera del sistema imperante”.