El Arzobispo de Algeri (Argel), Mons. Henri Teissier, deploró el atentado terrorista cometido presuntamente por extremistas musulmanes de Al Qaeda, ocurrido en la capital argelina, frente a la Corte Suprema y la oficina del alto comisionado para los refugiados de Naciones Unidas; en el que fallecieron 26 personas y más de 160 resultaron heridas.
Tras expresar sus condolencias por las víctimas y sus familiares, el Prelado declaró a la agencia italiana SIR que "nuestro país ha sufrido mucho entre 1992 y 2000; y ahora esperábamos poder vivir sin violencia pero así no se puede" y precisó que "la gente no acepta que se use violencia contra el pueblo cualesquiera que sean las razones ideológicas, económicas, sociales o religiosas".
Para el Arzobispo, "hace falta trabajar incluso fuera de los confines argelinos, en una evolución positiva del diálogo entre cristianos y musulmanes. Los extremistas islámicos, de hecho, usan la 'islamofobia' para alcanzar a las personas, especialmente a los jóvenes fomentando el odio y la lucha contra Occidente. La bomba que explotó contra el edificio de las Naciones Unidas entra en este contexto".