El Arzobispo de Valencia, Mons. Agustín García-Gasco, advirtió que “los radicalismos y los modos tajantes de imponer un programa no son tolerables” en una sociedad democrática que está formada por personas activas con criterio propio.
En una carta pastoral titulada “Lealtad institucional y madurez democrática”, el Prelado afirmó que los ciudadanos que conforman una sociedad democrática “tienen sus propias convicciones” y les repugna que un gobierno les “quiera dirigir sus creencias a golpe de silbato”.
Añadió que una actitud arbitraria por parte de los gobernantes “fomenta una grave contradicción política” y golpea fuertemente “el buen sentido de los ciudadanos que quieren vivir en unidad y en paz”.