Arzobispo de Miami pide terminar con el fenómeno de encarcelación masiva en EEUU

El Arzobispo de Miami, Mons. Thomas Wenski, ha solicitado la reforma de un "dañado" sistema judicial, un cambio en la aplicación de sentencias y un mejor sistema de rehabilitación enfocado en los problemas causados por la encarcelación masiva.

"En vez de tirar lejos a quienes están corrompidos, deberíamos buscar su rehabilitación y reintegración a la sociedad", indicó.

En un artículo de opinión publicado en el periódico The Miami Herald, Mons. Wenski indicó que Estados Unidos gasta anualmente cerca de 80 mil millones de dólares en la manutención de los reclusos y cuenta con la población carcelaria per capita más grande del mundo.

Mons. Wenski dijo que estas alarmantes cifras son causa de la sentencia mínima obligatoria, el aumento de la penalización de delitos no violentos y las "políticas de mano dura" contra el crimen que introducen a jóvenes al sistema penitenciario a una edad vez más temprana".

El Arzobispo de Miami citó el proyecto de ley, propuesto por los senadores Dick Durbin y Mike Lee, que aboga por una mayor discreción en la aplicación de sentencias obligatorias en ciertos delitos vinculados a las drogas.

Mons. Wenski aseguró que resulta "contraproducente" invertir demasiado dinero en casos de delitos no violentos y que es mucho más acertado desarrollar una mayor cantidad de programas de prevención del crimen, la rehabilitación de reclusos, la educación y tratamiento para drogadictos. Asimismo, abogó por una mayor eficiencia en los  programas de libertad condicional y reintegración a la sociedad.

El Arzobispo recordó las palabras del Papa Francisco cuando dijo que Dios está en "la vida de cada persona", incluso si la vida de una persona "ha sido un desastre, incluso si se destruye por vicios, drogas o cualquier otra cosa".

Citando al Papa, el Arzobispo indicó que Dios "nunca se cansa de perdonarnos, ¡nunca!"

Mons. Wenski concluyó diciendo que "la contrición, la restitución y la rehabilitación pueden servir mejor a la justicia que el solo castigo por la condena."

"Es tiempo comenzar hablar sobre cómo reparar nuestras dañadas políticas nacionales de reclusión", indicó.