El Arzobispo de Manila, Mons. Gaudencio Rosales, rechazó cualquier intento violento por solucionar la crisis política que vive Filipinas, a raíz de las acusaciones de corrupción que pesan sobre la Presidenta Gloria Macapagal Arroyo y su familia.
En un comunicado, el Prelado afirmó que cualquier propuesta de solución que lleve a la violencia es inaceptable. Añadió que “la violencia hace daño a los inocentes y causa heridas tan profundas que tardan varias generaciones en curar”. Sin embargo, ello no impidió que solicitase a la mandataria aclarar los hechos.
Mons. Rosales hizo estas declaraciones tras el escándalo desatado por la aparición de unas grabaciones en las que se escucha a Macapagal dialogar con un funcionario electoral. Esto motivó que la oposición la acusase de interferir en las elecciones de 2004.