En un mensaje titulado: Cuaresma de "La Alegría del Evangelio", el Arzobispo de Santiago de Guatemala, Mons. Oscar Julio Vian Morales, alentó a todas las personas a vivir "una cuaresma con la mirada puesta en la Pascua" poniendo en práctica las palabras del Papa Francisco en la Exhortación Apostólica "La alegría del Evangelio" donde señala que "muchas veces, la alegría brota de las cenizas del sufrimiento y de las dificultades".

"Comenzar la Cuaresma con la mirada ya puesta en la Pascua nos hace mucho bien -destaca el Arzobispo- es más, sin esa mirada pascual la Cuaresma no tendría sentido. Personalmente, lo he repetido muchas veces: la meta del camino es la Pascua, y no sólo la cruz. El Viernes Santo no es la última palabra de Dios sobre la vida y la muerte de Jesús. La última palabra es la Resurrección y la Vida. Y no sólo es la última palabra sobre la vida y la muerte de Jesús. Lo es también sobre mi vida y mi muerte y sobre la vida y la muerte de cada uno de ustedes".

El Prelado resaltó que frente a los problemas personales y sociales, no se debe tener una alegría "ingenua y evasiva" que lleva a actitudes "carentes de valentía y de compromiso" porque como dice el Papa Francisco en su Exhortación Apostólica que "si la dimensión social de la evangelización no está debidamente explicitada, siempre se corre el riesgo de desfigurar el sentido auténtico e integral que tiene la misión evangelizadora".

Por tanto se debe buscar siempre el encuentro con Jesucristo quien es "la raíz de la verdadera alegría" y alentó que esta Cuaresma sea "el tiempo de la renovación del encuentro" y que no se quede simplemente en una preparación externa, más bien que se viva en penitencia "como parte de un pueblo que se reconoce, a un tiempo, apartado y deseoso de Dios".

Mons. Vian invitó a los fieles a dar un "pequeño paso hacia Jesús", acercándose al sacramento de la reconciliación "con confianza, con valentía, con sinceridad. Y, sobre todo, con alegría" de reencontrarse con Él.

"El Papa ha puesto de moda una palabra que nos puede resultar extraña: la "auto-referencialidad". Habla de ella con insistencia y la presenta como de un pecado grave, muy grave. Cuando uno todo lo refiere a sí mismo, cuando se encierra y se aísla, cuando no sabe decir nada más que "yo, mi, me, conmigo, para mí", está cayendo en este grave pecado. La Iglesia misma cae en este pecado, se hace "auto-referencial", cuando no es misionera (…) Esa actitud de aislamiento egoísta, nos hace "auto-referenciales", explicó el Arzobispo.

Recordó a sus fieles sobre  "las tres expresiones de la alegría interior: el ayuno, la oración y la limosna".

Sobre el ayuno dijo que es el "remedio contra nuestros afanes de referirlo todo a nosotros mismos" ya que es un liberador de esclavitudes. Al hablar de la Oración señaló que "hecha con sencilla humildad, nos saca de nosotros, para referirnos totalmente a Dios" porque hay un reconocimiento de que "somos de Dios", y al final dijo que "la limosna sincera es la cara externa del compartir".

Mons. Vian al referirse a la realidad de su Arquidiócesis expresó que "me gustaría que todos juntos, Parroquias, Asociaciones, Comunidades, Movimientos, Grupos apostólicos…, compartiéramos con el Papa Francisco sus preferencias: ha repetido con insistencia que prefiere una Iglesia accidentada por salir, a una Iglesia enferma por encerrarse. Recen todos por mí, para que, como pastor de esta Iglesia, tenga siempre esa opción misionera (…). Ánimo, pues, ¡adelante con el camino cuaresmal! Que nuestra cuaresma nos haga echar raíces hondas en la alegría de Cristo Resucitado" finalizó.

Para leer el mensaje completo: http://www.arzobispadodeguatemala.com/documentos/item/mensaje-en-ocasion-de-la-cuaresma-2014