El Arzobispo de Kirkuk, Mons. Louis Sako, dio a conocer la dramática situación de la población cristiana en Irak que ha tenido que huir al norte kurdo y en donde sufren por la falta de agua potable, atención médica, electricidad, trabajo, lo que los arrastra a "salir del país para buscar algo mejor".
En declaraciones a la organización internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) y tras una serie de ataques anticristianos entre Navidad y Año nuevo, el Prelado explicó que en Kurdistán "si bien la seguridad es buena, no hay trabajo, no hay servicios en las instalaciones construidas por el gobierno kurdo. Por ello muchas familias están dejando el país para buscar algo mejor".