El Arzobispo de Mendoza, Mons. José María Arancibia, aseguró ante miles de fieles que participaron de la festividad en honor de Nuestra Señora de Lourdes en el santuario de El Challao, que “el mundo tiene hambre y sed de amor. Necesita confiar en esta vocación y recuperar su confianza en que es posible, como auténtica fuente de felicidad”.
“Sólo por este camino se realizan plenamente las personas, los matrimonios y las familias, los amigos, los grupos humanos aún la misma sociedad, llamada a vivir en una verdadera amistad social”, subrayó.
También instó a “responder con una intensa actividad caritativa, a los desafíos presentes” y, si bien valoró las múltiples expresiones de amor que se perciben en la sociedad, consideró que “hay que lamentar al mismo tiempo, el dolor profundo y hasta inconsolable, que provocan las muchas formas opuestas al amor humano: indiferencia, odio, discordia, enemistad, injusticia, destrucción y guerra”.