El Arzobispo de Rosario, Mons. José Luis Mollaghan, recordó que "los niños por nacer nunca deben ser vistos como agresores, sino como un don y prolongación del misterio de la vida que Dios nos ofrece y regala".
"Debemos intensificar, a través de las instituciones reconocidas, una activa promoción de las adopciones y una ayuda eficaz a las futuras madres con problemas por su embarazo, tanto antes como después del nacimiento de sus hijos", recomendó y pidió "procurar también los medios para una especial atención pastoral a aquellas mujeres que padecieron o procuraron activamente el aborto".
El Prelado reflexionó sobre las palabras del profeta Jeremías: "Antes de formarte en el vientre materno, yo te conocía; antes de que salieras del seno, yo te había consagrado", y consideró que éstas se cumplieron "en forma grandiosa en la encarnación del Señor, en el seno de la santísima Virgen María, que aguardó su nacimiento con amor y esperanza".