El Arzobispo de Corrientes, Mons. Domingo Castagna, destacó que hay derechos que deben ser absolutamente preservados como "la vida humana, don supremo, que cuando se produce no puede nunca, invocando otro derecho, ser suprimida".
"Cuando se producen conflictos, a veces incentivados artificialmente, la alternativa no puede ser la supresión de ese derecho fundamental. Lamentablemente no lo entienden así, en proporciones cada vez más alarmantes, los representantes de la política y de la justicia", indicó el Prelado en su habitual alocución radial.
Mons. Castagna señaló que "para Dios es tan importante el valor de toda persona que, aunque se diera en ella el delito, conserva sus derechos fundamentales, porque el garante de esos derechos será siempre quien se los otorgó".