El Arzobispo de Los Ángeles en Estados Unidos, Mons. José Gómez, indicó que el nuevo proyecto de ley "Dream Act" es un primer paso en la reforma migratoria que el país necesita, pues eliminaría la amenaza de la deportación de millones de jóvenes.
El nombre de "Dream Act" proviene oficialmente del acrónimo Development, Relief, and Education for Alien Minors (Desarrollo, Alivio y Educación para Menores Extranjeros), pero es también una referencia tanto al "sueño" (dream) americano. A los potenciales beneficiados de esta ley se les conoce como "dreamers", soñadores.
Según el Immigrant Legal Resource Center (Centro de Recurso Legal para el Inmigrante), esta propuesta ayudaría a los estudiantes trabajadores a legalizar su situación migratoria, porque "ofrecería un estatus legal y el acceso a la asistencia financiera para quienes se han graduado de un high school estadounidense o que han recibido el GED (examen de desarrollo de educación general), que entraron a los EEUU antes de cumplir los 16 años y que tienen por lo menos cinco años el país".