2 de julio de 2009 / 10:04 PM
En vísperas del inicio del retiro de las tropas de Estados Unidos, el Arzobispo de Kirkuk, Mons. Louis Sako, expresó que "nuestra esperanza es ver a Irak unido y en paz. Cristianos y musulmanes deben seguir dialogando y respetándose con un único objetivo: la reconstrucción del país" y la reconciliación.
En declaraciones a L'Osservatore Romano, el Prelado señaló que "el pueblo iraquí tiene sed de paz y desea la serenidad".
Por ello pidió a la comunidad internacional ayudar a que el país pueda "adquirir los fundamentos y las nociones para alcanzar la democracia. Asistimos serenos al retiro de las tropas (de Estados Unidos) pero vivimos un poco la preocupación por una situación que está caracterizada por las divisiones étnicas y confesionales; así como la influencia negativa de algunas fuerzas externas".