Arzobispo advierte que recelo contra enseñanza católica es sólo “la punta del iceberg”

El Arzobispo de Pamplona, Mons. Fernando Sebastián, advirtió que el recelo contra la enseñanza de la religión católica en las escuelas “es sólo la punta del iceberg”, porque lo que realmente pretende el laicismo es limitar su difusión en la sociedad.

En su última “Carta desde la fe”, el Prelado explicó que “la cuestión de fondo” del debate sobre la enseñanza del catolicismo en las escuelas públicas no está en el número de padres que la quieren para sus hijos, sino en el deseo del laicismo de limitar su difusión en la sociedad.

“Para ellos la extensión de la religión católica en España es un mal, y tratan de poner dificultades para que disminuya el número de católicos”, señaló en el texto titulado “Religión sí, religión no”. Sin embargo, precisó que “el decaimiento de la fe y la marginación social de la fe cristiana” no son consecuencia de una determinada política, sino de un mal más profundo.

El texto explica que para sus detractores, la influencia del catolicismo en España “ha sido un mal, y sacan siempre los mismos argumentos, la Inquisición, los privilegios, las riquezas”.

“Más hondamente, algunos dirigentes piensan que la religión, toda religión, es mala y perjudicial, porque es falsa, porque secuestra la libertad del hombre, porque hace que la energía creadora de la persona se pierda en vanas fantasías, porque nos impide ver el mundo con ojos limpios y disfrutar libremente de la vida”, indicó.

En ese sentido, el Prelado dijo que si bien es positiva la defensa de los derechos ciudadanos “utilizando pacíficamente los recursos civiles y políticos que la democracia les ofrece”, este conflicto “requiere, además, otro tratamiento”.

Mons. Sebastián afirmó que el catolicismo es “perfectamente compatible con una vida democrática y abierta, en libertad y tolerancia”. Recordó que “ha sido la fe cristiana la que nos ha enseñado a vivir así, a pesar de los muchos errores que todos lamentamos”.

la vida cristiana no es nada impuesto la verdad y la plenitud