Arzobispo advierte que la ciencia debe respetar vida humana en todas sus fases

Después que varios consejeros de sanidad de diversas comunidades autónomas firmaran en Valencia una declaración a favor de la investigación con células madre embrionarias, el Arzobispo de esta ciudad, Mons. Agustín García-Gasco, afirmó que "la ciencia debe estar al servicio de la vida en todas sus fases".

Tras expresar su “preocupación” por la firma de la "Declaración a favor de la investigación biomédica con células troncales: adultas y embrionarias" con fines terapéuticos, el Arzobispo señaló que “el progreso sólo es posible si respeta plenamente la dignidad inviolable de todos los seres humanos en cualquier momento de su desarrollo”.

"El derecho a la vida de los seres humanos, incluso en su etapa de embriones, debe prevalecer sobre cualquier consideración acerca de la eficacia de esos fines que se pretenden conseguir”, recordó Mons. García-Gasco.

"No es lícito matar a un ser humano, incluso en su fase de embrión, aunque se haga con la intención de curar a otro", indicó el Prelado valenciano, quien hizo alusión a la nota del comité ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española (CEE), del pasado 25 de mayo, con motivo del anuncio del gobierno de una nueva reforma de la Ley de Reproducción.

“Al igual que entonces hay que insistir en que el embrión humano no es una cosa, ni un mero agregado de células vivas, sino el primer estadio de la existencia de un ser humano, una fase por la que hemos pasado todos, y por lo tanto, no es lícito quitarles la vida o hacer nada con ellos que no sea en su propio beneficio", destacó el Arzobispo.

A juicio de Mons. García-Gasco, “la ciencia y la medicina que se permiten eliminar seres humanos, aunque éstos no tengan más que unos días de edad, se convierten en actividades inmorales y antisociales".

El Arzobispo defendió como "ejemplo de ciencia puesta al servicio de la vida humana", los nuevos tratamientos que ya se están aplicando en España "gracias a la investigación con células madre procedentes de tejidos de adultos, que constituyen auténticas terapias porque curan sin dañar ni eliminar la vida de nadie".