El Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz Montes, que estos días visita El Salvador y otros países de la zona con una delegación de Mensajeros de la Paz con motivo del quinto aniversario de esta asociación, ha abogado por fomentar la solidaridad frente al "egoísmo" e "insolidaridad" de los mercados.

"Hay cosas que no se pueden comprar y vender", ha afirmado el Arzobispo en una homilía celebrada en un centro de Mensajeros de la Paz para personas mayores en la localidad salvadoreña de Atiquizaya, en donde viven 18 ancianos en situación de abandono.

Así, frente al "mercado del intercambio" de los "poderosos" que actúan de una forma "egoísta", "insolidaria", "intentando engañar al otro", el arzobispo ha abogado por recuperar el valor de la solidaridad.

"La vida es como un gran mercado, únicamente que Dios nos ha regalado a todos lo que necesitamos para vivir", ha señalado el arzobispo, quien, en este sentido, ha apuntado que "el amor, la esperanza, la alegría o la fe no tienen precio".

"No todo el mundo tiene alegría o esperanza, si intercambiamos como hermanos estas cosas el mundo es un lugar mejor", ha indicado. Asimismo, ha asegurado que "las cosas más importantes de la vida no tienen precio, son gratis".

El Arzobispo forma parte de una comitiva formada por el presidente y fundador de Mensajeros de la Paz, el Padre Ángel García y el presidente de Edad Dorada Castilla y León, José Vicente Rodríguez, que está visitando esta semana los proyectos que la organización desarrolla en Haití, República Dominicana, México y El Salvador.

En El Salvador, Mensajeros de la Paz tiene cinco hogares: uno para niños con parálisis cerebral, otro para madres solteras adolescentes, otro para niños con VIH y dos para personas mayores, todos ellos en situación de abandono.