El vocero del Arzobispado de La Habana, Orlando Márquez, advirtió que "nadie tiene derecho a convertir templos en trincheras políticas", al rechazar la ocupación de iglesias que entre el 13 y 14 de marzo realizaron miembros del disidente Partido Republicano de Cuba (PRC) en varias partes del país.
El martes un grupo de trece personas del PRC ingresaron a la Basílica Menor de Nuestra Señora de la Caridad en La Habana aduciendo que tenían un mensaje para el Papa Benedicto XVI.
Sin embargo, a pesar que sus demandas fueron escuchados por el rector del templo, P. Roberto Betancourt, y por el canciller de la Arquidiócesis, Mons. Ramón Suárez, los disidentes se negaron a dejar la iglesia. El templo fue cerrado con las trece personas adentro, que con frecuencia hacían y recibían llamadas usando sus teléfonos celulares.