Arzobispado de Granada desmiente que acusado de abusos sea sacerdote

El Arzobispado de Granada (España) desmintió que un sujeto recientemente acusado de abusos sexuales sea sacerdote de esa jurisdicción eclesiástica, y reafirmó su compromiso con colaborar con las autoridades civiles "para erradicar el mal y el escándalo".

En un comunicado remitido a ACI Prensa, la arquidiócesis refutó la acusación realizada por un medio de prensa local e indicó que "la persona en cuestión no es ‘cura’, ni tampoco ‘diácono permanente’".

Según la denuncia publicada en el diario Ideal, el acusado habría realizado "abusos sexuales continuados durante, al menos, cinco años" contra un joven que acogió en su fundación caritativa, desde los 13 hasta los 18 años, en los que este afirma que tomó el valor para denunciarlo.

En este tiempo, el acusado se habría desempeñado como profesor de religión.

El Arzobispado indicó que "al tener noticia de los acontecimientos a los que hace referencia la información del periódico, y de acuerdo con la disciplina de la Iglesia, el diácono en cuestión ha sido inmediatamente suspendido en todo ejercicio de su ministerio, y se le retira también la missio canonica, retirándole con ello toda misión educativa que hubiera podido recibir de la Iglesia o en relación con ella".

El comunicado lamenta que "la persona en cuestión no había informado para nada a este arzobispado del procedimiento judicial abierto contra él"

Sobre la organización dirigida por el supuesto violador, el Arzobispado expresó que "es una obra absolutamente privada, y reconocida civilmente, que no ha tenido jamás ningún tipo de aprobación por parte de la Iglesia".

El Arzobispado explicó que el acusado "fue al parecer ordenado de diácono en la diócesis de Madrid en el año 1971, en orden sin duda a seguir su camino al presbiterado, pero, o bien el arzobispo de Granada creyó que no debía dar el paso o él mismo nunca solicitó las órdenes de presbítero".

"En este sentido, puede decirse que su situación eclesial es, cuando menos, ‘irregular’" y "la Iglesia no le ha confiado desde hace años a esta persona ningún ministerio de los que corresponderían a un clérigo ordenado".

La Arquidiócesis de Granada remarcó que "la disciplina de la Iglesia exige también que, apenas se tengan conocimientos de hechos de esta naturaleza por parte de la autoridad eclesiástica, ésta los ponga en conocimiento de las autoridades judiciales, lo que no ha sido necesario en esta ocasión porque ya un juzgado de Granada está instruyendo el caso".

"Todos los cristianos sentimos dolor por el pecado y el mal, que también crecen dentro de la Iglesia cuando nos apartamos de su tradición, de sus enseñanzas y de su disciplina, y le pedimos insistentemente al Señor que nos libre de caer en él".

El comunicado señala que "junto con las personas de bien, creyentes y no creyentes, ese dolor es más grande siempre que en el pecado hay víctimas, y especialmente si se trata de menores de edad y de inocentes. La Iglesia desea, en esto como en todo, que prevalezcan la verdad y la justicia".

"Que Dios nos perdone a todos nuestras culpas, y nos ayude a hacer penitencia por ellas y por las de todo el cuerpo de Cristo, que todos hemos de sentir como nuestras, fruto amargo de nuestra propia falta de amor a Dios y los demás. Que Él nos ayude también a encontrar los medios más eficaces para ayudar a las víctimas y para aliviar o curar sus heridas", concluyó.