El vocero del Arzobispado de Buenos Aires, Padre Guillermo Marcó, precisó que cuando la Iglesia defiende a los no nacidos frente al aborto no lo hace por tratarse de un “tema religioso” sino de derechos humanos.
El sacerdote hizo estas declaraciones en medio del debate sobre la legalización del aborto, surgido a raíz de las declaraciones de Carmen Argibay, candidata a la Corte Suprema de Justicia, que se proclamó atea militante y abortista.
El Padre Marcó explicó que “no siempre las condiciones en las que fuimos concebidos fueron las más felices del mundo, pero eso no nos quita el derecho a vivir”.