El Purpurado explicó que "los congresos eucarísticos se han de mirar como un alto en el caminar de la vida de la Iglesia para juntos contemplar el milagro de la Eucaristía".
También expresó su deseo de que este acontecimiento "fortalezca nuestra fe, incremente nuestro compromiso misionero hacia las nuevas generaciones y aumente la eficacia en el trabajo que realizamos a favor de los más necesitados y hacia las periferias existenciales de nuestra Ciudad-Arquidiócesis".
En ese sentido, Ana Gabriela Ramírez Valencia, vocera del Comité Organizador, afirmó que "los católicos sabemos que Cristo nos acompaña y está presente con nosotros en la Eucaristía. Por esto mismo, los católicos nos comprometemos con la transformación de nuestra ciudad, porque reconocemos que sólo se puede ser un buen católico, si también se es un buen ciudadano".