28 de septiembre de 2009 / 03:06 PM
El Vicario de la Pastoral Familiar de la Arquidiócesis de Guayaquil, P. Alfonso Avilés, repudió la reciente decisión de algunas notarías en Quito de "legalizar" algunos uniones homosexuales equiparándolas al matrimonio y explicó que "no hay discriminación cuando no se le da a una persona los derechos que no le corresponden".
En una carta de protesta dada a conocer hoy, el sacerdote señaló que la "Constitución de Montecristi era el ‘caballo de Troya’ a través del cual se infiltraron en Ecuador las ideologías amorales que imperan en el mundo actual. Cuando la Iglesia dio su voz de alarma, el Gobierno dijo todo era cuestión de interpretaciones y que garantizaba que en este país jamás se permitiría la corrupción de costumbres".
Tras citar un texto de la Congregación para la Doctrina de la Fe que explica por qué no son correctas las uniones homosexuales, el sacerdote resalta que "dos homosexuales tienen los derechos de todo ciudadano, no en cuanto homosexuales, sino en cuanto son ciudadanos".