Ante la actual epidemia de influenza, el Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, junto con su Consejo Episcopal, por segunda semana consecutiva, pidió “con carácter de obligatorio la suspensión de las celebraciones eucarísticas en todos los templos de la ciudad en este cuarto domingo de Pascua”.
En el mensaje publicado por el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México, se recuerda que “ante la dolorosa situación que vivimos, también Jesús nos invita a salir de nuestro miedo y cerrazón, nos pide abrir las puertas y nos envía a ser portadores de su mensaje de amor y esperanza a todos aquellos que viven enclaustrados en el pánico y paralizados por el temor a la muerte”.
Tras expresar su consuelo a quienes por la epidemia de la influenza han perdido a algún ser querido y luego de recordar la necesidad de actuar con responsabilidad ante esta emergencia sanitaria siguiendo las instrucciones de las autoridades, el mensaje insta a los cristianos a actuar con mayor celo ante esta enfermedad, especialmente a los sacerdotes, que deben estar al “pendiente de sus comunidades, que atiendan con caridad a los enfermos, que estén prontos para auxiliarlos con los sacramento de la confesión, la unción y la Sagrada Comunión”.