El Arzobispo de Los Angeles, Cardenal Roger Mahony, anunció ayer que su arquidiócesis venderá el edificio donde funcionan sus oficinas centrales para poder responder financieramente a las personas que aseguran haber sufrido algún tipo de abuso por parte de sacerdotes.
Asimismo, informó que venderá algunos locales en los que se tenía previsto construir parroquias, escuelas, instituciones de caridad y conventos.
El Purpurado ha prometido que no venderá los locales en los que ya funcionen escuelas o parroquias.