Tras obtener 276 votos a favor y sólo 20 en contra, ayer jueves el Parlamento francés aprobó definitivamente la ley que prohíbe cualquier tipo de símbolo religioso en las escuelas públicas del país.
El Primer Ministro, Jean-Pierre Raffarin, afirmó que el laicismo no significa ir contra ninguna religión. “Cada uno tiene el derecho a expresar su fe, a condición de que en el interior de las escuelas se respeten las leyes de la República”.
Asimismo, el ex ministro Pierre Mauroy aseguró que “el laicismo crea las mejores condiciones para cada individuo, para su libertad de pensar y actuar, practicar la religión que quiera, ser ateo o considerarse agnóstico”.