Fieles de Granada (España) y de otras ciudades cercanas acompañaron a Mons. Francisco Javier Martínez en la Eucaristía celebrada ayer en la Catedral para mostrar su apoyo al Arzobispo tras los ataques recibidos durante las pasadas semanas por la publicación del libro 'Cásate y sé sumisa', una polémica que el Arzobispo calificó en un comunicado como "hipócrita y ridícula".

Además de fieles de Granada, también participaron en la Eucaristía fieles de otras ciudades cercanas como Córdoba. Según informa el Arzobispado de Granada "el pueblo cristiano ha acudido al templo catedralicio tras sentirse atacado durante los últimos días por la publicación del libro 'Cásate y sé sumisa'", de la periodista italiana Costanza Miriano, publicado por la Editorial Nuevo Inicio, "expresando así la comunión" de sus miembros.

El libro, ha explicado el mismo Arzobispo, ha sido criticado por su título por algunos sectores, pese a que ha recibido la recomendación del Pontificio Consejo para los Laicos y del Pontificio Consejo para la Familia.

En la homilía el Prelado destacó que "ser cristiano no es adherirse a ciertos pensamientos", "sino participar de una historia viva, es adherirse a unas personas, a una familia, es formar parte de una red de relaciones humanas". Y expresó que aunque esas personas sean diferentes y tengan misiones distintas, "todas están al servicio del cuerpo, y ése cuerpo es la Iglesia".

Sobre los ataques que el Arzobispo y el pueblo cristiano de Granada han recibido, Mons. Martínez señaló que "no hay nada que temer. Está el Señor. Lo importante es que triunfe su Amor. Es decir, que las persecuciones son una ocasión de que aparezca en la Iglesia el amor a todo ser humano, a toda persona humana. Sacramento primero, imagen primera del Señor: el ser humano, la persona humana desde el momento de su concepción hasta su muerte natural".

Por eso ha destacado también que "las persecuciones en la Iglesia, las dificultades no son para que nos lamentemos; son para dar gracias a Dios. Estamos ciertos de estar en el camino en el que el Señor nos pone".

La Eucaristía tuvo lugar el mismo día que la Iglesia celebra la Jornada de la Iglesia Diocesana, por eso Mons. Martínez aseguró que ésta es "en torno a un sucesor de los apóstoles, el lugar donde se realiza enteramente el misterio de la Iglesia. Con vocaciones distintas, con carismas, distintos, con historias y grupos y comunidades distintas. En la Iglesia diocesana se hace presente en el mundo todo el misterio de Cristo y todo el misterio de la Iglesia de Dios, en torno a un pobre sucesor de los apóstoles".

El Arzobispo de Granada también habló de la alegría de ser cristiano, y dijo que "si somos del Señor, la vida está marcada por la alegría, por el gozo pleno y verdadero, el que nos da saber el Amor de Dios, que es fiel, para siempre, eterno, con una fidelidad eterna: Dios no nos abandona jamás. Y la Virgen es Nuestra Madre, intercede constantemente por nosotros: es Auxilio de los cristianos".

Mons. Francisco Javier Martínez precisó que "esa alegría de ser hijos de Dios, nadie de este mundo tiene el poder, ni la capacidad de arrebatárnosla, porque nadie tiene el poder de arrebatarnos el amor con el que somos amados".