15 de febrero de 2010 / 02:08 AM
El Arzobispo de Santa Fe, Mons. José María Arancedo, pidió en su mensaje por Cuaresma no permitir que el anuncio evangélico quede atado a cosas secundarias y recordó que la conversión es "un cambio totalizante" donde "toda la vida está llamada a ser transformada por Jesucristo".
"La vida actual nos lleva a vivir un tanto encerrados, y tal vez dispersos, en nuestro pequeño mundo y a vivir de necesidades creadas que nos tienen atrapados como consumidores", señaló el Prelado. Sin embargo, advirtió que "el Evangelio no puede quedar atado a este esquema de privatización", porque Cristo siempre debe ser anunciado y ello implica "una cierta ruptura y olvido de cosas secundarias".
Mons. Arancedo alentó a "volver a la certeza y a la mística de las primeras comunidades cristianas, en las que aún resonaba con fuerza aquella reflexión del Apóstol: ‘¿Cómo van a invocar a Dios sin creer en Él? Y ¿cómo van a creer, sin haber oído hablar de Él? Y ¿cómo van a oír hablar de Él, si nadie lo predica? Y ¿quiénes lo predicarán, si no son enviados?’".