Ante el peligro de muerte, especialmente en la situación de emergencia que vive el mundo a causa de la pandemia de COVID-19, y en la ausencia de un sacerdote, un fiel bautizado puede encomendar el alma de un moribundo a Dios con una antigua y tradicional plegaria.
La plegaria "Yo te encomiendo" está recogida en el antiguo Rito de Extremaunción, que como todo texto que cuenta con autorización eclesiástica no prescribe.
El texto ha sido recopilado en la Enciclopedia Católica de ACI Prensa.