Ante ola de secuestros, Cardenal Rubiano reafirma derecho a libertad y dignidad de la persona

El Arzobispo de Bogotá y Presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana (CEC), Cardenal Pedro Rubiano, denunció la ola de secuestros en el país como “el mayor crimen que se está cometiendo en Colombia” y reafirmó que “todo el mundo tiene que ser respetado en su libertad y en su dignidad”.

El Purpurado expresó su rechazo al canje de civiles en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) por guerrilleros en prisión, así como del pago de rescates para buscar la liberación de secuestrados. “No puede haber un canje entre civiles e insurgentes, los civiles no pueden ser objeto de retención o secuestro, un canje lo ve uno normal entre combatientes”, afirmó el Cardenal.

“Toda persona es invaluable, todo el mundo tiene que ser respetado en su libertad y en su dignidad, y el secuestro para mí es el mayor crimen que se está cometiendo en Colombia. Desde luego también los asesinatos, el terrorismo, pero ese crimen clama al cielo, porque es pisotear la dignidad de la persona, que es imagen de Dios”, agregó el Purpurado.

Asimismo, el Arzobispo añadió que “el país tiene muy claro, lo asume, el rechazo de ponerle valor, un precio económico a una persona como si fuera un animal que se lleva a la feria: por éste hay que dar tanto y por éste que vale menos hay que dar menos”.

“Por eso –continuó– nosotros los obispos tenemos muy claro que si a un obispo lo secuestran jamás daremos un centavo, porque sería claudicar en los principios frente a la dignidad y a la libertad de la persona”.

El Cardenal recordó que “los miembros de la Iglesia que han secuestrado, o los han matado o los han rescatado, como Monseñor Jorge Jiménez. Nunca ha habido ni habrá intercambio ni pago de rescate”.

Sin embargo, el Purpurado reafirmó que la Iglesia continuará, desde una actitud neutral, apoyando los esfuerzos por buscar un acercamiento entre el Gobierno y los grupos armados irregulares, a fin de encontrar una salida pacífica al conflicto armado en Colombia.

“Reafirmo la neutralidad de la Iglesia, porque no somos ni agentes del Gobierno ni agentes de la insurgencia. Estamos en el medio para poder mediar o facilitar, nosotros no somos negociadores, facilitamos para que se avance hacia unos acuerdos”, afirmó el Cardenal.