Ante acusaciones de abusos, Obispo chileno pidió a Santa Sede ser investigado

El Obispado de San Felipe (Chile), informó este jueves que el Obispo local, Mons. Cristián Contreras Molina, fue quien pidió a la Santa Sede que "investigara la veracidad de las denuncias que le imputan presuntos delitos contra la moral", por lo que la Diócesis expresó su confianza de que "antes o después, la verdad se impondrá".

El Obispado publicó un comunicado luego que el miércoles el medio digital Centro de Investigación Periodística (Ciper), indicara que "en enero pasado, dos religiosos mexicanos investigaron en Chile y bajo total reserva denuncias de abuso sexual contra menores que habrían perpetrado el obispo Cristián Contreras Molina y el ex superior general de la Orden de los Mercedarios, Mariano Labarca", señalando que ambos religiosos fueron enviados por la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Ante esto, el Obispado indicó que "ha sido el mismo Obispo de San Felipe, Mons. Cristián Contreras Molina, quien ha expresado el deseo de que la Santa Sede investigara la veracidad de las denuncias que le imputan presuntos delitos graves contra la moral y el cumplimiento de sus obligaciones ministeriales, cuyos contenidos considera completamente infundados. No es competencia de este Obispado conocer o informar acerca de la realización y desarrollo de esas posibles diligencias".

"Resulta necesario hacer presente que todas las personas que han contribuido con sus informaciones a una investigación, se encuentran obligadas a guardar sigilo acerca de ellas, de los procedimientos y detalles de la misma, hasta que ésta concluya con una decisión formal", añadió.

En ese sentido, "el Obispado de San Felipe y su Obispo, quieren expresar a la opinión pública que tienen plena confianza en las decisiones que tomen los superiores llamados a conocer y juzgar de hechos contrarios a la moral y al derecho".

"Todos somos testigos del empeño y arduo trabajo llevado adelante por la Iglesia, por la Santa Sede y las iglesias locales, también en Chile y en otras naciones para investigar y sancionar conductas improcedentes por parte de los ministros de Dios. También en este caso confiamos plenamente en que, antes o después, la verdad se impondrá".

Finalmente, invitó a vivir "con determinación y espíritu sobrenatural el llamado del Señor Jesús: 'no juzguen y no serán juzgados', que en este caso implica dejar que quienes tiene competencia y autoridad hagan con plena libertad su trabajo y puedan llegar a conclusiones justas y verdaderas".