El Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, llamó a los sacerdotes a seguir el ejemplo del Santo Cura de Ars, cuya vida inspiró el Año Sacerdotal que acaba de terminar y que fue una apuesta de esperanza ante la incomprensión y la hostilidad del mundo.
"Esta propuesta ha sido una apuesta de esperanza, un gesto confiado de invocación al Espíritu Santo, la fuerza divina capaz de renovar la faz de la tierra (…) que rige la vida de la Iglesia y otorga sentido en ella al ministerio de los sacerdotes y al estado de vida que eligen en el seguimiento de Jesús".
Durante la Misa de Clausura del Año Sacerdotal, el Prelado dijo que "el mundo –en el sentido evangélico del término– no puede entender estas realidades católicas; no las acepta, más bien las detesta".