31 de mayo de 2005 / 05:14 AM
Los sacerdotes homosexuales anglicanos podrán “casarse” con sus parejas, según lo establece una propuesta liderada por el Arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, siempre y cuando se abstengan de sostener relaciones sexuales, es decir, se mantengan célibes.
La decisión aseguraría a los clérigos homosexuales, –hombres y mujeres– por un lado todos los beneficios civiles de las parejas homosexuales “casadas” y por otro lado el ejercicio como sacerdotes o sacerdotisas de la comunión anglicana.
La única condición para acceder a esta nueva normativa está supeditada a la promesa, que deben hacer ante el obispo local en entrevista personal, de no mantener relaciones sexuales con sus respectivas parejas, de acuerdo a lo establecido por los documentos anglicanos sobre sexualidad de 1991, en los que se prohíbe las relaciones sexuales para los sacerdotes y sacerdotisas homosexuales.