Tras visitar en el Vaticano al Papa Francisco, el Obispo Auxiliar de La Plata, Argentina, Mons. Alberto Germán Bochatey Chaneton, gran amigo del Pontífice, aseguró que el Espíritu Santo lo ha revitalizado en estos seis meses de Pontificado.

En una entrevista concedida a ACI Prensa en Roma, Mons. Bochatey señaló que desde que el Cardenal Bergoglio se convirtió en el Papa Francisco ha cambiado a una personalidad más viva y tocada por la mano del Espíritu Santo.

"Tiene una sonrisa diferente, tiene una personalidad que no le habíamos descubierto. Yo creo que el horizonte que se abre al Cardenal Bergoglio cuando el Espíritu Santo lo llamó a través de los Cardenales a ser el Sucesor de Pedro, y lo tomó –como todo en su vida- bien a fondo", aseguró.

"Lo veo estupendo, rejuvenecido, con una claridad de mente –que siempre tuvo-, de muy buena memoria, vital, entusiasta, decidido, de escucha, de reflexionar bien las cosas, y sin duda de dar a la Iglesia las respuestas que quizá estaba esperando", añadió.

Mons. Bochatey conoció al Papa hace más de 20 años, cuando el entonces sacerdote Bergoglio era muy cercano a su familia. Pasaron los años, y coincidieron en la Universidad Católica Argentina, donde fue nombrado director de bioética y del instituto para el matrimonio y la familia.

Para el Prelado, en estos primeros seis meses está cambiando la Iglesia "a una Iglesia que tiene el poder de los pequeños signos. Yo creo que es un teólogo pastoral, no es un teólogo especulativo, y lo demuestra desde su magisterio".

"Creo que Roma necesitaba un Papa como éste… el Papa es una persona muy serena, de gran madurez humana y de gran profundidad espiritual, un hombre de oración", agregó.

Por otro lado Mons. Bochatey consideró que Francisco "es un Papa moderno en el buen sentido de la palabra", es decir, "va a llevar a la Iglesia al lenguaje del tiempo, que ese siempre ha sido una riqueza de la Iglesia Universal, siempre estar en el lenguaje del tiempo que le toca vivir", y "siempre ha estado con el pueblo y ha sido fiel al magisterio y la doctrina de la Iglesia".

También, precisó, es muy serio y riguroso en su trabajo, pero siempre sabe poner a todo "una pizca de humor". "No recuerdo un solo encuentro con el Cardenal Bergoglio, o el ahora Papa Francisco, en el que no hubiera una sonrisa, un chiste, una broma, algo que ayudara al diálogo. Incluso a veces, en temas difíciles él siempre sabía encontrar el gesto que te hacía entender la cordialidad el hombre profundo que está detrás del personaje eclesiástico", indicó.

El Prelado resaltó el aspecto ascético del Papa Francisco, y explicó que Bergoglio siempre vivió "pobremente", "todo lo que ven, es Bergoglio, no es una fachada, o una toma de posesión", refirió.

Francisco "es un hombre que siempre caminó con sus viejos zapatos, que nunca tuvo un vehículo, que lavaba sus propios platos, que hacía su cama, y que lleva una profunda sencillez de vida, que es lo que hace al hombre feliz", concluyó.