"La violencia juvenil, el fracaso escolar, problemas de adicciones, incluso el invierno demográfico, necesitan una respuesta clara. Y todas tienen una respuesta común: más familia, pero familia de verdad. No una mera convivencia, sino una convivencia implicada, corresponsable, que pase más tiempo y de calidad juntos, lejos de ser un hotel donde pasan pareja e hijos a comer o dormir", aseguró.
Para conseguirlo García Juliá dijo que es necesario "el compromiso de todos", de la propia pareja, pero también de las administraciones que "deben comprometerse con las familias" por eso calificó de "imprescindible" una Ley Integral de Familia.
Esta ley debe implicar "su protección y estímulo, que facilite la conciliación, el cuidado corresponsable del hogar, que el tiempo dedicado a la familia tenga su reconocimiento, el que se dé una prestación por hijo a cargo hasta su mayoría de edad o terminen sus estudios, que se proponga la orientación y mediación familiar antes de llegar al divorcio", indicó.