El Papa Benedicto XVI dirigió al mediodía de hoy (hora de Roma) el rezo del Regina Caeli, oración que reemplaza al habitual Ángelus durante el tiempo de Pascua. En esta oración el Santo Padre destacó que el canto del Aleluya es una invitación a vivir la alegría y la alabanza que debe inscribirse en los corazones de todos.
Desde su residencia de Castel Gandolfo, adonde llegó ayer por la tarde para un breve periodo de reposo, el Pontífice afirmó que "en la solemne Vigilia pascual, ha vuelto a entonarse, después de los días de la Cuaresma, el canto del Alleluia, palabra hebrea universalmente conocida que significa "Alabado sea el Señor". En los días del tiempo pascual, esta invitación a la alabanza pasa de boca en boca, de corazón en corazón. Hace esta invitación desde un acontecimiento totalmente nuevo: la muerte y resurrección de Cristo".
En esta oración del "Lunes del Ángel", como se conoce al lunes de la Octava de Pascua, el Santo Padre también se dirigió a los miles de fieles reunidos en la Plaza de Pedro, gracias a una conexión de audio y video. En ella recordó que "el alleluia fue cantado en el corazón de los primeros discípulos y discípulas de Jesús en aquella mañana de Pascua, en Jerusalén".