Gran alegría causó en España la noticia del nombramiento por parte del Papa Juan Pablo II de dos Obispos Auxiliares para la Arquidiócesis Primada de Toledo: el Obispo Joaquín Carmelo Borobia Isasa y el sacerdote Ángel Rubio Castro.

Mons. Carmelo Borobia Isasa nació en Navarra en 1935. Estudió en los Seminarios de Alcorisa (Teruel) y Zaragoza. Terminó los estudios de Teología en el Seminario de Pamplona, licenciándose más tarde en Filosofía en la Universidad de Salamanca. En 1968 obtuvo la Diplomatura en Liturgia en el “Anselmianum”, de Roma. Es doctor en Teología por la Pontificia Universidad Santo Tomás, “Angelicum”, de Roma, con la tesis “La liturgia en la teología de Santo Tomás”.

El nuevo Obispo Auxiliar fue ordenado sacerdote en 1959. Desempeñó diversos cargos y servicios pastorales en Navarra y Roma. Ha sido oficial en la Secretaría de Estado del Vaticano y, también, Secretario General del Arzobispo de Zaragoza.

Fue nombrado y consagrado Obispo Auxiliar de Zaragoza en junio de 1990 y nombrado Obispo de Tarazona en 1996.En la Conferencia Episcopal Española ha sido miembro de la Comisión de Medios de Comunicación Social, de Liturgia y de Patrimonio Cultural.

Mons. Borobia Isasa, quien hasta el momento de su nombramiento era Obispo de la diócesis de Tarazona, continuará gobernando la diócesis en calidad de Administrador Apostólico hasta que tome posesión de su nuevo servicio como Obispo auxiliar de Toledo.

Por su parte, Mons. Ángel Rubio Castro nació en Guadalupe (Cáceres) en 1939. Fue ordenado sacerdote en Toledo en 1964. Obtuvo la licenciatura en Teología en Madrid por la Universidad Pontificia de Comillas y en Salamanca la Diplomatura en Catequética por el Instituto Superior de Pastoral. Es doctor en Catequética por la Pontifica Universidad de Salamanca.

Mons. Rubio Castro ha desempañado diversos cargos y labores pastorales en Toledo. En la actualidad es profesor de “Catequética” y de Pedagogía General y Religiosa en el Instituto Teológico de la arquidiócesis. También desde el año 2000 es Canónigo de la Santa Iglesia Catedral de Toledo y Delegado Episcopal para la Vida Consagrada.

Alegría y gratitud del Arzobispo

De otro lado, el Arzobispo de Toledo, Mons. Antonio Cañizares Llovera, manifestó su alegría por estos nombramientos que, según dijo, serán "una ayuda muy grande a toda la Diócesis en estos momentos de gran vitalidad y de grandes necesidades".

Asimismo, el Arzobispo dijo que los nuevos obispos auxiliares serán "tan obispos como un servidor, y me ayudarán y colaborarán conmigo en la labor de gobierno pastoral y en la atención episcopal al Pueblo de Dios que peregrina en nuestras queridas tierras toledanas y extremeñas".

Finalmente, expresó su gratitud "más profunda y filial al Papa", que muestra de esta manera, "su solicitud de Pastor bueno y atento a nuestras necesidades pastorales" y manifiesta así "su gran afecta y especialísima cercanía hacia nuestra Arquidiócesis de Toledo".

La arquidiócesis de Toledo tiene una superficie 19 mil 333 kilómetros cuadrados y una población de 560 mil habitantes, de los cuales 548 mil se confiesan católicos. La arquidiócesis tiene 468 sacerdotes y mil 305 religiosos.