Durante la Audiencia General de este miércoles el Papa Benedicto XVI recordó con “gratitud y alegría” su reciente viaje al Brasil, donde inauguró la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, y reiteró que pese a las innegables sombras de la primera evangelización, el Evangelio enriqueció, no destruyó las culturas nativas.
Hablando ante más de 25 mil personas en una mañana soleada, el Pontífice recordó que “mi viaje ha tenido ante todo el valor de un acto de alabanza a Dios por las ‘maravillas’ obradas en los pueblos de América Latina, por la fe que ha animado su vida y su cultura durante más de quinientos años”.
El Santo Padre recordó luego que “la relación entre fe y cultura” había sido siempre muy importante para sus predecesores, Pablo VI y Juan Pablo II, y afirmó que había querido seguir su ejemplo “confirmando a la Iglesia que está en América Latina y el Caribe en el camino de una fe que se ha hecho y se hace historia vivida, piedad popular, arte, en diálogo con las ricas tradiciones precolombinas además de con las múltiples influencias europeas y de otros continentes”.