14 de agosto de 2004 / 05:26 AM
El Papa Juan Pablo II rindió homenaje, al llegar como peregrino al Santuario de Lourdes para celebrar el 150º Aniversario de la proclamación del Dogma de la Inmaculada Concepción, a la tradición cristiana de Francia, y auguró para la Iglesia el derecho a contribuir a la construcción de la sociedad.
A su llegada al aeropuerto el Santo Padre fue recibido por el Presidente francés Jacques Chirac, el Nuncio Apostólico en Francia, Mons. Fortunato Baldelli, el Arzobispo de Bordeaux y Presidente de la Conferencia Episcopal Francesa, Mons. Jean-Pierre Ricard, y por el Obispo de Tarbes y Lourdes, Mons. Jacques Perrier.
En su discurso el Pontífice señaló que “busco unirme con íntima disposición a los millones de peregrinos que de todas las partes del mundo vienen cada año a Lourdes, para confiar a la Madre del Señor las intenciones que llevan en el corazón y a pedir su ayuda e intercesión”.