Al celebrar 300º aniversario, restaurada Antigua Basílica de Guadalupe recobra su esplendor

La Antigua Basílica de Guadalupe celebra hoy 300 años de existencia, con una serie de trabajos de restauración ya concluidos y otros en marcha, que le han permitido recuperar sus características originales. Por este motivo se celebrará una Misa Jubilar Solemne que será presidida por el Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera.

Este templo, precisa el diario Milenio, fue construido en 1709 por el arquitecto Pedro de Arrieta, para venerar a la Virgen de Guadalupe, y constituye " una de las obras más importantes de la arquitectura barroca y uno de los símbolos de la identidad de los mexicanos, que a partir de hoy lucirá iluminado en todo su exterior".

Dada su importancia, este Basílica fue reabierta en el año 2000 (había sido cerrada por su deterioro progresivo) y desde el año 2001 se implementó el Plan Maestro de Conservación y Restauración, según explica Xavier Cortés Rocha, titular de la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

Cortés comentó que ahora en la Antigua Basílica la seguridad de los fieles está garantizada, ya que tras su restauración el templo no corre peligro de sufrir algún tipo de colapso: "Se hizo una evaluación sumamente acuciosa, con una de las mejores oficinas de estructuras en México", precisó.

Por su parte, Mons. Pedro Agustín Rivera, Rector de la Antigua Basílica, explicó que para conmemorar este 300º aniversario, se realizará la Misa Jubilar Solemne –programada inicialmente para el 1 de mayo y pospuesta por la emergencia sanitaria, tal y como sucedió durante los festejos del centenario de las apariciones de la Virgen–, la cual estará presidida por el Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera.

Para esta Eucaristía se han retirado los andamios y las férulas de cemento que desde la década de los sesenta cubrían cada una de las ocho columnas originales del templo. Asimismo, se ha procedido a limpiar el altar, las bancas y el piso, el cual será cubierto con una gran alfombra para que el templo luzca como cuando se inauguró el 1 de mayo de 1709.