“Nada obstaculizará la ayuda de los cristianos en China”. Es la respuesta de la organización católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), a la negativa del gobierno chino ante el pedido de disminuir la presión en cuanto a la libertad religiosa en ese país.
Las enmiendas a ciertas leyes y algunas declaraciones de funcionarios del gobierno generaron expectativa el año pasado sobre la posible reducción en la discriminación religiosa. Ahora esas expectativas no existen más.
La declaración de AIN se enmarca en la formación del consorcio que incluye al Centro de Estudios del Espíritu Santo en Hong Kong y la agencia católica de noticias Asia News. Esta coalición solicita la liberación de 19 obispos y 18 sacerdotes que se encuentran en centros de detención, campos de re-educación y trabajo o están bajo arresto domiciliario.