Marie-Ange Siebrecht, jefa de la Sección de Oriente Medio de la fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), afirmó que durante su último viaje a Siria, verificó que “los cristianos no son objeto de discriminación”.
Siebrecht comparó su experiencia a la del año 2001 e indicó que “el país está ahora mucho más desarrollado” y que “los representantes eclesiales están satisfechos con la situación actual”.
“A los cristianos se les considera un ‘activo’ y buenos amigos”, señaló. La funcionaria añadió que “la coexistencia de la mayoría de los habitantes, que son musulmanes sunitas (80 por ciento) con la minoría cristiana (9 por ciento) es más o menos pacífica”.