1 de febrero de 2004 / 08:44 AM
Al concluir la oración del Angelus este domingo, el Papa Juan Pablo II saludó afectuosamente, a mil jóvenes inmigrantes procedentes de la diócesis italiana de Caserta.
El Santo Padre expresó también su aprecio por el trabajo de “aquellos que se empeñan en resolver sus problemas a menudo graves, que son causa de tantos sufrimientos y malestar”.
La peregrinación de los jóvenes inmigrantes fue organizada por el Obispo de Caserta –una diócesis del sur de Italia-, Mons. Raffaele Nogaro.