Un día después de que la Comisión de Justicia del Parlamento de Cataluña sometiera a votación el dictamen sobre el proyecto de ley que permitirá a las parejas homosexuales adoptar a menores, los obispos catalanes afirmaron que los niños privados de una familia propia “no deben ser sometidos a una nueva prueba, cuyas consecuencias desconocemos”.
A través de un comunicado, los prelados consideraron que las adopciones y tutela de menores por parte de parejas homosexuales pueden producir “daños graves” en el desarrollo de los niños y, por tanto, “no contribuirán al bien común de nuestra sociedad”, a la vez que reiteraron que el matrimonio, entendido como la unión de un hombre y una mujer, “es el fundamento de la familia y el espacio natural de la educación de los hijos”.
Tras rechazar esta “nueva prueba”, los obispos afirmaron que los niños “tienen derecho a crecer en un ambiente que se aproxime al máximo al de la familia natural que no tienen”.