Al presidir la Audiencia General de hoy en el Palacio Apostólico de Castel Gandolfo, el Papa Benedicto XVI explicó, en el marco del Año Sacerdotal, que "la adecuada preparación del sacerdote es el punto de partida de una auténtica reforma de la vida y del apostolado de los presbíteros".
Tomando como ejemplo la labor de San Juan Eudes, incansable apóstol de la devoción a los Sagrados Corazones de Jesús y María, cuya memoria se celebra hoy y que viviera en la Francia del siglo XVII, Benedicto XVI resaltó que este gran santo francés se dedicó a la formación espiritual del clero diocesano y constituye un ejemplo a seguir en este Año Sacerdotal.
Al iniciar su catequesis, Benedicto XVI explicó cómo en la época que le tocó vivir a este gran santo "se difundía el desprecio por la fe cristiana" por lo que el Espíritu Santo suscitó una gran renovación espiritual en la que sobresalió el ejemplo de otros santos como San Vicente de Paul y San Luis María Grignon de Montfort. "Esta gran 'escuela francesa' de santidad, también tuvo entre sus frutos a San Juan María Vianney", el Cura de Ars, quien fuera canonizado junto a San Juan Eudes el 31 de mayo de 1925 por Pío XI, "ofreciendo a la Iglesia y al mundo entero dos extraordinarios ejemplos de santidad sacerdotal".