27 de julio de 2011 / 03:48 AM
Con ocasión de la fiesta de los padres de la Virgen María, San Joaquín y Santa Ana, el Vicario General del Papa para el Estado del Vaticano, Cardenal Angelo Comastri, recordó que los abuelos católicos ayudan a que la familia no se convierta en un desierto.
El 26 de julio el Purpurado explicó que el ejemplo de los abuelos de Jesucristo "debe estimular a las familias de hoy a reencontrar la fuente de la alegría, de la paz, de la belleza de la familia", pues "si la familia no encuentra a Dios, si no reencuentra aquella plenitud de Dios que se respiraba en la casa de San Joaquín y Santa Ana, no podrá ofrecer nada a los hijos".
"Podemos decir que muchos hijos crecen en casas ateas, donde no se respira en absoluto la presencia de Dios. Y cuando falta Dios, falta la paz, la armonía. Cuando falta Dios, falta la fidelidad y también una precisa escala de valores", señaló.