El Arzobispo Metropolitano de Piura (Perú), Mons. José Antonio Eguren Anselmi, aseguró que la auténtica vía "segura" contra el VIH/SIDA son los estilos de vida saludables como la postergación de las relaciones sexuales hasta el matrimonio, la fidelidad, y el rechazo de la promiscuidad.

Con ocasión de celebrarse el 1 de diciembre la Jornada Mundial de la Lucha contra el VIH/SIDA, Mons. José Antonio Eguren Anselmi señaló que "renovamos nuestro compromiso de estar junto a aquellos hermanos afectados directamente por este mal y sus familiares, con nuestras oraciones y nuestra caridad cristiana".

"Esta fecha es también ocasión privilegiada para renovar nuestro llamado a no estigmatizar ni discriminar a quienes padecen tan grave enfermedad; recordemos que Dios ama con predilección a estos pequeños hijos suyos que cargan con una pesada cruz de sufrimiento y dolor".

El Arzobispo de Piura indicó que "la infección por VIH-SIDA, verdadera epidemia de nuestros tiempos, tiene un rostro concreto en tierras piuranas, siendo fuente de sufrimiento para cientos de hermanos nuestros, entre hombres, mujeres -incluyendo a madres gestantes en espera de dar a luz- y niños: anualmente fallecen personas por esta causa y lamentablemente no paran de registrarse decenas de nuevos casos".

"Celebramos los progresos logrados en los tratamientos médicos, que actualmente han mejorado la sobrevida de las personas infectadas, disminuyendo así las muertes por SIDA".

Sin embargo, advirtió, a pesar de estos progresos médicos, "los Organismos Internacionales siguen constatando hoy como punto débil en el control de la transmisión de este mal, las conductas humanas ligadas a la sexualidad".

El Prelado señaló que "se debe reconocer que los medios terapéuticos son insuficientes para frenar la diseminación de la infección por VIH/SIDA".

"Por ello la Iglesia insiste en la adecuada prevención, desde el contexto humano más amplio de la educación al amor. Es imprescindible promover estilos de vida saludables que correspondan a la naturaleza del ser humano, que privilegien la postergación de las relaciones sexuales hasta el matrimonio y la fidelidad en el mismo, así como el rechazo frontal de la promiscuidad".

Estas medidas, aseguró, "constituyen la auténtica vía 'segura', posible de ser recorrida por hombres y mujeres, jóvenes y adultos, y que ha de ser propuesta para libre adhesión de todos".