El pasado 27 de septiembre se abrió en Bratislava (Eslovaquia), la causa de beatificación del novicio jesuita Tomas Munk y su padre Frantisek Munk, quienes fueron fusilados por odio a la fe por los nazis el 22 de abril de 1945.
Presidió el solemne acto de apertura el Arzobispo de Bratislava, Mons. Stanislav Zvolensky, acompañado de otros obispos. El tribunal que examinará las pruebas del martirio ya está constituido, entre los cuales está el vicepostulador, P. Ondrej Gabris, que ha presentado una lista de 14 testimonios.
Tomas Munk y su padre Frantisek fueron asesinados durante la "marcha de la muerte" cerca a Sachsenhausen. Antes de su conversión eran una familia que se declaraba atea pero de origen judío.