12 de abril de 2006 / 02:46 AM
Los obispos mexicanos exhortaron a los feligreses a abrazar la cruz que toca a cada uno y que muchas veces es no deseada, como “una oportunidad de encontrarnos con Dios” y con los demás.
En su mensaje por Semana Santa, la Secretaría General de la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM) recordó que en estos días “celebramos el punto culminante, pero al mismo tiempo fundamental de la fe cristiana”, que es la Resurrección del Señor.
El texto reconoce que muchas veces nos toca “abrazar una cruz que no queríamos o que nunca nos imaginábamos”. Sin embargo, explica que “abrazar una cruz significa asumir una actitud positiva y de esperanza ante cualquier situación adversa, al menos en la apariencia que nos da esa situación en un principio”.