Con lemas a favor del aborto, varias feministas ingresaron a la Catedral de Managua durante la celebración de la Misa dominical e intentaron comulgar. Como se les negó la comunión, de acuerdo a las normas eclesiales vigentes, las abortistas reaccionaron violentamente y obligaron al sacerdote celebrante a finalizar la Misa.
La decisión del Padre Bismarck Conde, que presidía la Eucaristía al momento de la agresión, molestó a las mujeres, algunas de las cuales pertenecen a la organización abortista autodenominada “Católicas por el Derecho a Decidir”, quienes no abandonaron la nave central de la Iglesia y empezaron a reclamar la Eucaristía.
Según informó el diario La Prensa, quienes participaban en la Misa, “empezaron a pedir al mismo tiempo y en igual tono de voz la salida de las feministas, mientras el Padre Conde orientaba guardar la calma y no caer en la provocación”.